Un lunes cualquiera, mi viejo supuso que todo estaba perdido, el aire ya no era el mismo, se sentía pesado, todo hedía a muerte. Y se veía un funeral pasar, con una apática multitud de seres inertes, mas que caminantes, ya sembrados en el asfalto; unos se veían campantes, queriendo ser lo que no eran, otras eran acaudalados, hipócritas que asistían por "respeto" al muerto, y al final, una gran mayoría estaba bañada de lamentos, de miseria y de hambre.....lloraban el dolor, lloraban la ausencia, le lloraban a la memoria muerta...Ese lunes cualquiera, mi viejo supuso que todo estaba perdido.....hasta que exploto un 27 de febrero la arrechera, Oh que día relataban mis viejos, y yo vistiendo pañales....tras años de luchas y de silencio forzoso, tras años de llorar ese inacabable funeral, se decidió abrir el féretro y así darse cuenta que nos metieron gato por liebre. A la memoria la secuestraron.....Ya decía mi viejo, que a esos acaudalados ahora escuacas, le brillaban los ojos como caimán de chorrera.....Y llegó la revolución y mi adolescencia con ella, pude entonces comprender que nos entrenaron como perros.....al viejo, se lo llevó el tiempo, se lo llevó el cáncer, pero sembró sus creencias en sus retoños, y por eso vivirá por siempre. Conocí una comarca llena de hermandad, llena de revolución, gané algo que ni todo el dinero del mundo podría darme.....Un lunes cualquiera, abrí mi ventana, vi la naturaleza viva y respiré profundo, no todo está perdido le exclame al viejo....
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